Chistes de extranjeros.
A los mexicanos nos gustan los chistes. Nos reímos de todo, incluyéndonos.
Tenemos cierta predilección por ciertos personajes, como lo fuera tal vez "Pepito" durante la infancia, algunos animales, y por supuesto, ciertas nacionalidades. Chistes que incluyen a "un gringo, un japonés y un mexicano" o a "Manolo y Venancio" los hemos escuchado todos.
Sin afán de ofender a nadie, e invitándolos a participar, le dejamos una selección de historias cómicas provenientes de la enorme variedad que la red ofrece:
Un francés está caminando por los Campos Eliseos cuando oye a un par de extranjeros hablando francés con un acento tan horrible y con tales errores gramaticales, que no puede evitar el acercarse y decirles:
- Oigan, ¿de dónde son ustedes para cometer semejante atrocidad con mi idioma ?
- Los dos somos de Finlandia.
- Y entonces, ¿Por qué no hablan en su idioma natal?
- Es que es mucho mas difícil que el francés.
Estaba Manolo y le dice a Venancio:
-Oye Venancio, ¿por qué tienes un zapato de uno y otro de otro?
Y Venancio le responde:
-Hombre, eso no es nada, tengo otro par igualito en la casa.
Aprenda Japonés:
- Café amargo: takara lazukar
- Hemorroides: tukulito sakayama.
- Al contado: taka-taka.
Era una vez once pasajeros en un avión, diez eran gringos y uno mexicano. El avión se empieza a poner pesado y dice el piloto:
-Tenemos que bajar peso.
Y empiezan a bajar todo. Comienzan por las maletas, luego los asientos y al final el piso.
Al último quedan todos colgados de un tubo y dice el piloto:
-"Necesitamos menos peso"
Y empiezan los gringos:
-"Throw the mexican out."
Y el mexicano dice:
-"Viva U.S.A."
Y los gringos aplauden.
Están un inglés, un gringo y un mexicano en el desierto muertos de sed. De pronto se encuentran una Coca.
Para hacer las cosas justas, deciden que deben llegar a un mecanismo para decidir quién se va a tomar todo el refresco. Llegan a la conclusión de que harán una competencia de salto de longitud. El que más lejos llegue se lleva la lata.
El inglés va primero, toma vuelo y salta cuatro metros.
El gringo le sigue, salta más lejos y llega a seis metros.
El mexicano se levanta con mucho trabajo, camina hacia atrás y se cae al momento de saltar. Cubre medio metro.
Consternados, los otros le preguntan
-¿Qué te pasó, estás bien?
-No se preocupen, es que me empaché con tanta coca.
Por último un video provocador de risas locas por parte de la producción.
Buena semana.
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